Numerosas asociaciones de salud mental denunciaron que la serie trata el suicidio «de una forma nociva que induce al contagio»
Por sorpresa, Netflix anunció a comienzos de este mes de mayo la fecha del estreno de la segunda temporada de Por trece razones: el próximo día 18 los usuarios de la plataforma podrán retomar el hilo después del trágico final que tuvo la primera temporada. Con el retorno de la serie se reaviva la polémica que rodeó la primera temporada de Por trece razones, acusada de incitar al suicidio adolescente.
Y es que la serie, ya desde su título, trata sobre los motivos que llevan a Hannah Baker a quitarse la vida tras sufrir bullying en su instituto. La controversia no salió de la jauría de las redes sociales, sino que fueron varias asociaciones de salud mental y expertos en la materia los que acusaron a la serie de Netflix de abordar el suicidio de «una forma nociva que induce al contagio», en palabras de la asociación australiana Headspace. La denuncia viene respaldada por datos contundentes: un estudio de la JAMA Internal Medicine demuestra que las búsquedas en Google sobre el suicidio se dispararon en Estados Unidos tras el estreno de la serie. La psicóloga Marta González de la Cámara, consultada por ABC, concluyó que «en personas que han sido o están siendo en este momento víctimas de abuso y acoso, la serie puede hacer muchísimo daño».
La polémica no se quedó en papel mojado, y Nueva Zelanda se tomó en serio las advertencias recurriendo a una etiqueta que jamás había empleado para ningún contenido: «no apta para menores de 18 años». El país oceánico presenta la mayor tasa de suicidio adolescente en el mundo desarrollado, y sus responsables televisivos se han visto interpelados por una serie de «extrema dureza» y que «ignora la relación entre el suicidio y la enfermedad mental que a menudo lo acompaña».
Más destempladas fueron las palabras de John Herndon, el padre de Bella, una niña que se suicidó después de ver Por trece razones. El pasado diciembre, Herndon acusó directamente a Selena Gómez, productora de la serie, y a Netflix de la muerte de su hija: «Selena me enferma. Es una persona extremadamente perturbada al pensar que este programa tiene algún tipo de valor social redentor». Exigió también, sin exito a la vista de los acontecimientos, la cancelación de la segunda temporada argumentando que «para las personas que están luchando contra la depresión, esto puede atraparlos en el momento equivocado y generar un evento desencadenante. Recuerden que hay adolescentes que están en un lugar muy oscuro».
Netflix no se quedó de brazos cruzados y reaccionó ante los ataques a una de sus gallinas de los huevos oro (Por trece razones fue la serie más tuiteada de 2017, superando los 11 millones de tuits desde su estreno el 30 de marzo del pasado año). En esta segunda temporada cada capítulo irá precedido por un anuncio protagonizado por los actores en el que se lanzan mensajes como «la serie trata de conductas de riesgo como las violaciones o el acoso»; «si sientes que necesitas ayuda, por favor, acude a un especialista» o «si sientes que te puede afectar, ve la serie con un adulto». Además, Netflix ha creado la web 13ReasonsWhy.info para recopilar información sobre suicidio adolescente y procurar recursos de prevención.
También Brian Yorkey, el creador de la serie, ha salido en defensa de su criatura: «Somos conscientes del dolor que provoca el suicidio, en la persona que lo intenta y, si lo consigue, en aquellos a los que deja atrás». Y añade que entre las intenciones de su equipo no se contaba la de empujar a los jóvenes al suicidio, sino todo lo contrario: «Hemos intentado que se entienda la tragedia de la chica, pero también el sinsentido de lo que hizo. Así podemos ayudar a los espectadores jóvenes a que comprendan que Hannah tenía alternativas».