Vivir en zonas de alta montaña aumenta el riesgo de desarrollar depresión mayor y las probabilidades de suicidio, al parecer como consecuencia del bajo nivel de oxígeno en la sangre, que perjudica al cerebro.
Las personas que tienen su residencia habitual en zonas a gran altura, como en la montaña, tienen más probabilidades de sufrir depresión mayor y de tener pensamientos suicidas que la media, según afirma un reciente estudio realizado por la Universidad de Utah, en Estados Unidos, y que se ha publicado en la revista Harvard Review of Psychiatry.
La investigación se basó en otros 12 trabajos estadounidenses que analizaban los casos de suicidios y depresión, cuyos resultados mostraron que las tasas de suicidios y trastornos de depresión mayor eran superiores entre la población residente en alturas elevadas en comparación con las personas que vivían en zonas más bajas.
La hipoxia hipobárica crónica reduce el oxígeno en sangre y podría alterar la forma en la que el cerebro sintetiza la serotonina, responsable del ánimo
Arizona, Colorado, Montana, Idaho, Nuevo México, Nevada, Wyoming y Utah fueron los estados que presentaron más casos de ambas variables en Estados Unidos, y llamó la atención de los investigadores que todos se encuentren en zonas montañosas y a gran altitud.
A más altura menos oxígeno en la sangre
Las causas de esta asociación podrían estar relacionadas con la reducción del oxígeno disponible en los sitios de altura. Este déficit de oxígeno en la sangre puede causar el trastorno denominado hipoxia hipobárica crónica, que en otros estudios ha demostrado que puede afectar de manera negativa al cerebro, por lo que los autores del nuevo trabajo sugieren que podría dañar este órgano, o alterar la forma en que procesa la serotonina, un neurotransmisor que interfiere de manera directa en el estado de ánimo.
En Estados Unidos el suicidio se ha posicionado como la décima causa de muerte, y aunque las personas que viven en comunidades que se han establecido en zonas altas suelen tener menos problemas de salud y menos probabilidades de morir por cualquier causa, parece ser que la depresión mayor y el riesgo de suicidio son más elevados en estos lugares.