Según la Asociación Canadiense para la Salud Mental, en Canadá, alrededor de 4.000 personas se quitan la vida anualmente. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes canadienses. Pero son los hombres entre 40 y 50 años que tienen el índice de suicidio más alto en el país. Mientras que las mujeres hacen tentativas de suicidio 4 veces más a menudo que los hombres, los hombres son 3 veces más susceptibles de morir en el intento.
El suicidio es un problema complejo. Las personas que mueren por suicidio se sienten generalmente agobiadas, impotentes, desesperadas y solas. Pero todos los que cometen el suicidio o tratan de hacerlo, no quieren necesariamente morir, afirma la Asociación Canadiense para la Salud Mental.
El año pasado, tres adolescentes se suicidaron en la región del Cabo Breton, provincia de Nueva Escocia, en el este canadiense. En octubre de 2016, seis chicas adolescentes se suicidaron en menos de un mes en una reserva indígena del norte de la provincia de Saskatchewan en las Praderas Canadiense. Es para responder a crisis como estas que el gobierno canadiense está dispuesto a utilizar la Inteligencia Artificial para detectar con tiempo estas crisis de suicidios.
Fue así como Advanced Symbolics Inc. una compañía basada en Ottawa, fue contratada por el gobierno federal para saber cómo su Inteligencia Artificial podría ayudarlo a anticipar el riesgo de suicidio en comunidades canadienses en particular.
La Inteligencia Artificial de Advanced Symbolics Inc. se llama Polly, fue creada en 2012. Sus conocimientos e inteligencia evolucionan de forma continua y se enseña a ella misma. Polly analiza las publicaciones de los usuarios de los medios sociales canadienses para saber más sobre los patrones de comportamientos relacionados con el suicidio.
El trabajo de Polly no es de señalar a individuos en particular que tengan inclinaciones suicidas y que las dejen traslucir en sus trinos o mensajes Facebook. Lo que hará Polly será identificar a través del análisis de esas informaciones los lugares de Canadá en los que haya un porcentaje anormal de población que evoque patrones de comportamiento suicidas. Kenton White, Jefe científico de Advanced Symbolics Inc, ASI, explica cómo funciona la investigación.
“Para ayudar a prevenir el suicidio, desarrollar programas efectivos de prevención y reconocer las maneras y formas de intervenir, primero debemos entender los distintos patrones y características de los comportamientos relacionados con el suicidio” afirma un portavoz de la Agencia Canadiense de Salud Pública.
De esta forma se pueden explorar nuevas guías, estrategias y programas de prevención basados en los datos en línea y asociados con usuarios que discuten sobre conductas relacionadas al suicidio, antes que una crisis estalle. Todo esto sin identificar un individuo en particular, dice Kenton White.
Cuando la tendencia está identificada y se concluye que existe el riesgo de una crisis de salud mental en una región específica, la compañía informa al gobierno que a su vez puede destinar recursos en salud mental en el área señalada antes que esta crisis comience.
Y esto es posible gracias a la Inteligencia Artificial o Polly si prefieren, que puede analizar un gigantesco volumen de información a una gran velocidad y con una gran precisión que no está al alcance de un ser humano sin la asistencia de la máquina.
El gobierno federal canadiense afirma que el proyecto piloto durará tres meses, después de los cuales “determinará si para el trabajo futuro será necesaria la vigilancia continua de las tendencias al suicidio” detectadas en las redes sociales.